viernes, 7 de agosto de 2015

Grabarse en el acto sexual y luego hablar al respecto



En estos tiempos está muy de moda experimentar cosas diferentes referentes a la sexualidad y hasta la combinan con la tecnología, algunos se toman fotos desnudas o desnudas para enviársela a su pareja y así mantener la chispa viva. Otros sienten más curiosidad y prefieren grabarse mientras se tienen relaciones sexuales para luego ver el vídeo junto con el fin de excitarse nuevamente y comentar al respecto.

En la variedad se encuentra el gusto, es trabajo de cada pareja intentar renovarse cada tanto, ir probando cosas nuevas, manifestar todo aquello que les gustaría hacer y llegar a un consenso de lo que se puede o no hacer realidad, a veces solo un pequeño cambio en la forma en que se hacen las cosas pueden significar de mucho, ya que el resultado puede no ser el que se pensó pero si ser igual de bueno o mucho mejor aún.

Si son una pareja adulta, mayores de edad, ya están lo suficientemente grandecitos como para decidir qué es lo que quieren hacer en su intimidad, si su escogencia es mandarse mutuamente diversas fotos donde aparezcan escasos de ropa, con poses provocativas o con un vestuario sensual, tal vez prefieran estarse grabando en escenas privadas. Independientemente de cual sea su manera de aventurarse a hacer cosas nuevas, cuando se trata de la posible exposición de la intimidad se deben tomar al menos ciertas medidas preventivas para evitar que esas imágenes o grabaciones puedan caer en manos indeseadas, donde cualquiera las puede difundir volviéndose  así, de dominios público.